Queremos que nuestros hijos puedan saludar por cordialidad de forma natural y progresiva, dejando claro que por este lado rechazamos el obligar a los niños a algo que no desean hacer.
Consejo muy coloquial pero oportuno: Papá o mamá ustedes que me leen mi primero consejo con mucho cariño—> paren de sufrir, ustedes no comen con lo que dicen los demás, entonces que los gestos o comentarios ajenos les resbale como el jabón .

Muchos venimos de una crianza muy marcada y en donde este tema de saludar a extraños no era opcional cuando éramos niños, simplemente escuchábamos por parte de nuestros padres un:
- Salude pues que le están saludando.
- Salude no sea mal educado.
- Diga hola, allá responda el hola.
- Entre otras frases que seguro algunos recordarán.
Desde la mente de un niño probablemente navegue un: ¿Por qué? No quiero, no le conozco.
En ocasiones hasta nos imponían el respectivo beso para aquella persona que no hemos visto en tiempos y sin contacto emocional previo alguno. Ustedes pueden recordar ¿Cómo se sentían eso?.
Esta practica puede ayudar mucho a definir varios aspectos valiosos para la personalidad y seguridad de nuestro niños de hoy.
Comprendiendo como padres que estamos en otros tiempos, y que se ha comprobado que la educación respetuosa va de la mano de los limites, comunicación y conciencia que vamos estableciendo o ayudando a desarrollar en los niños de hoy.
Lo primero que quiero es dejar unas ideas de como podemos enseñar a saludar sin imponerlo:
1.- Explica la importancia de saludar
Sabemos que el saludar es una forma cortés hacia la otra persona, sin embargo los niños pequeños no entienden de normas y habilidades sociales.
Sean personas conocidas o desconocidas, a los niños se les puede dar los siguientes mensaje, de forma progresiva poco a poco:
- El saludar: hola y chao no implica acercamientos ni mayor contacto con cualquier persona, es solo por cordialidad (es decir: ser amable o demostrar que tu notaste su presencia, es todo).
- El saludar es solo un gesto ante la presencia de otras personas, ya sean niños o adultos, así como sonreír o picar el ojo…
- Existen formas de saludar más formas, si ves el sol puedes decir buenos días y si no está buenas noches.
- No debes detenerte en tu caminar para dar el saludo, puedes pasar por un lugar con otras personas y solo decir buenas tardes o buenos días, etc.
- El saludar no implica tener que conversar o hablar con todos.
Estos mensajes se transmiten en casa sin presencia de extraños. Podemos ir demostrando el tipo de saludo al estrechar la mano cuando no estemos en Pandemia.
2.- Enseña o predica con tu ejemplo
Es tan sencillo como darnos cuenta que muchas cosas que decimos con intención no son escuchadas por los niños (el sermón de padres), pero nuestros actos y comunicación familiar o social si están siendo muy observados por nuestros hijos.
Entonces al dar el ejemplo es hacer lo que nos gustaría que los niños hicieran, es decir: ser amables y respetuosos, cordial y saludar según sea el contexto (día, tarde o noche), es nuestro mejor mensaje.
Segundo consejo: No compares para lograr que tu hijo salude, ejemplo: mira como esa niña si es cordial, mira como sonríe y saluda, en cambio tu no, que malcriado.

3.- Causa y efecto de mostrar un gesto amable
Diálogo propuesto: ¿Qué pasa cuando saludamos a un amiguito en clase? Nos responde? Verdad que nos parece agradable que nos respondan? Y eso no implica que ellos deben invadir nuestro espacio, solo es un gesto amigable como respuesta al contacto en su presencia virtual o presencial.
Es solo eso, un gesto cordial con las personas que nos rodean.
Ahora quiero darle recomendaciones sencillas mientras se pasa este proceso:
- Evita corregirle en público, para evitar la humillación.
- Evita mostrar molestia como padre o decepción por no saludar o hacer lo que otros quieren que tu hijo haga.
- No obligues a dar besos, esto es muy intimo y privado, para ser chéveres no tenemos que estar besándonos.
- Respeta sus decisiones y emociones.
- Recuerda escucharle y saber esperar.
- No obligues a saludar y aceptar a otras personas, todo fluye poco a poco.
Podemos entender que, al obligar a los niños a saludar puede arrojar un mensaje errado en ellos, quedan nuestros niños más expuestos ante extraños o dejamos una serie de emociones negativas en ellos que no queremos como padres.
Como padres tengamos claros que nuestros hijos no deben agradar a nadie, ellos deben sentir seguridad de sus decisiones sin estar bajo influencia de otros, esto se les dice se enseña con el hacer diario, además no olvidemos que lo que aprendan de niños les servirá para toda la vida.
Niños confundidos por padres con mensajes cruzados
Si luego de leer este post aún sigues pensando en obligar a sus hijos a dar besos y saludar, piensen lo siguiente:
- Lo confuso que resulta para un niño que mi padres me dicen que no hable con extraños, sin embargo saludan a extraños y me insisten para que yo lo haga, ademas entablan una conversación de la nada. ¿Entonces qué es correcto hacer? ¿Cuándo sería correcto no responderles?
- Que pasa, al decirle a un niño o niña que hay que respetar su cuerpo y espacio pero dejamos que otro adulto se lance a besarlo sin que el niño quiera, o le decimos al niño que debe besar, el mensaje es: el adulto o quien quiera puede tocarte besarte así no quieras.
- No nos confundamos con que somos familia y nada pasa, si somos padres del 2021 estamos claros que cada individuo se respeta sea familia o no, y aquí tampoco vale obligar.
Les comparto mi proceder con temas familiares: Said (mi hijo) no tiene contacto físico frecuente con su familia, así que cuando vio a su abuelita la primera vez estuvo tímido, luego de tantas videollamadas y compartir, eso pasó. No le forcé, solo le presenté a su abuela dejé que todo fluyera entre ellos poco a poco, la abuela le fue preguntando: puedo darte un beso? ¿Quién tuviera un nieto que me dé un beso?
De esta forma, Said decidió dar abrazos para la abuela y compartir más, también queridos lectores todo es cuestión hábitos, ejemplo: llevar flores a al abuela, preguntarle: cómo está?, ya nos vamos y ella está en casa entonces vamos a despedirnos y darle su abrazo porque le queremos.

Finalmente, todos amamos a nuestros hijos de no ser así no hubieses llegado a leer estas últimas líneas, para buscar tomar las mejores acciones y decisiones en familia.
Con cariño, Petit.